Ellas son Xènia y Dámaris. Aunque podrían parecer el día y la noche, debes saber que poseen un lunatismo afín, entrelazado.Son de leer el horóscopo, de besos largos y cafés cargados en noches frías. Rodeadas siempre de gente y arropadas por su entorno, les gusta refugiarse en la soledad para alimentar su yo interior. Caprichosas, curiosas —porque aunque la curiosidad mató al gato, el gato murió sabiendo— y confidentes de sus amigos. Les enamoran las personas con algo siempre nuevo que contar, las personas incógnita, las personas enigma. La magia de su amistad surgió entre dos grandes compañeros de viaje: la Poesía y el Periodismo. Escribir es algo que les gusta hacer cuando están melancólicas. Poetisas tristes, poetisas pasionales. Si no sienten, no escriben. Si no escriben, no son.