Una simple locura, el día menos pensado, se convierte en uno de los sueños de mi vida. Ahora ese mismo sueño es mi realidad. Sigo escribiendo lo que siento y de vez en cuando me da por presentarme a concursos y meterme en nuevos proyectos.
La familia sigue creciendo y yo pensaba eso de que «no hay dos sin tres», pero después de Motivos para sonreír volví a sentir la bonita llamada de mi baúl. Esta vez vuelvo a recurrir a él porque lo necesito. Dentro de estas páginas puedes encontrar lo mejor de El baúl de los sentimientos perdidos y de Me encontraré: Manual para despertar la vida plena, a modo de continuación. Al final es un bonito viaje que te atrapa desde el principio y que sigue su curso.
Tú, querido lector, que te encuentras leyendo estas líneas, eres uno de los principales culpables de que todo esto siga hacia delante y cobre sentido. Como en anteriores ocasiones, y como me sucederá siempre, aún me cuesta creer que todo esto sea real, pero bueno, esta vez he descubierto que toda esa magia es real y que siempre ha estado escondida en mis ganas de volar.
Prepara de nuevo la mejor de tus sonrisas, corre carrerilla y no tengas miedo porque ni te imaginas la sensación que va a recorrer todo tu cuerpo cuando alces la vista y sean tus ganas de volar y tu ilusión las que pesen más que tus miedos, y te mantengan en movimiento.
Somos seres humanos perfectamente imperfectos. Nuestra misión es recordar quiénes somos verdaderamente. Y eso muchas veces implica que nos extraviaremos en el camino. Vamos a cometer errores, vamos a aprender y vamos a tener la oportunidad de ayudar y marcar la vida de otras personas....
Más información