Beatriz Rivas, Eileen Truax y Armando Vega-Gil. Intercambiando voces y letras a través de la red social, entre sus residencias regadas por Los Ángeles y el centro y norponiente del Distrito Federal, cierta tarde del otoño de 2014 Beatriz Rivas (novelista experimentada), Eileen Truax (periodista entrona) y Armando Vega-Gil (músico dado al extravío) se dieron de frente con una preocupación común: la fecha de caducidad, ese dato frío, esa advertencia que anuncia el término de un proceso que, de ser feliz, útil y beneficioso, se vuelve un desecho tóxico por vía de la extinción progresiva o de la muerte súbita. El amor, la vida, la amistad tienen fecha de caducidad; los tiranos, la estupidez, la injusticia también deben tenerla. Así que, tomando al toro por los tres cuernos, Beatriz, Eileen y Armando decidieron despeñarse en un insólito juego que pondría a prueba sus ideas del mundo y de la vida: hacer una novela a seis manos centrada en su preocupación colectiva. Al final, los tres han descubierto que hay fuerzas poderosas, pasiones e ideas que jamás caducan. Esta novela es prueba de ello.