En los años que estuve trabajando en una mina de carbón salían del alma emociones que iba plasmando en pequeños poemas; no eran más que conversaciones con uno mismo, un grito de rebeldía y de libertad. Así escribí la primera parte del poemario Desde las profundidades. La segunda parte del libro lo titulo «Del amor», pues el desarrollo de esos poemas lo dice todo acerca de cómo encontré con mi actual compañera esa corriente de desenfreno de pasión, esa locura a la que denominamos amor.
Gracias a ella, tras treinta y seis años de amor y entrega, he hecho realidad el sueño de poder escribir este libro.
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