¿A qué huele la niebla en esta novela? A maldad. A maldad pura y dura.
Un policía nacional euskaldún —cualidad muy apreciada, por escasa, en el Ministerio del Interior— conocido con el sobrenombre de Txalaparta —por el ritmo y la contundencia con la que golpea a los detenidos—;...
Más información