Soy una mujer como tantas otras. Tengo dos hijas, ellas han sido la fuente de energia de la que me he nutrido cuando he vivido en el infierno. He sufrido un padre carente de la capacidad de demostrar amor, autoritario y severo, caracteristicas que me han forjado, pero que al mismo tiempo han dejado huella de incomprension en mi ser. Esto puedo decirlo ahora que he llegado a la edad madura y soy capaz de ver con claridad hasta que punto la falta de cariño durante los primeros años de vida, pueden marcar nuestras vidas. Luchadora porque asi lo ha querido la vida, porque no he tenido otra opcion. Con toda la fe necesaria para conseguir el aliento suficiente para sobrevivir. Con los años de experiencia acumulados, he llegado a la conclusion de que nuestro destino esta escrito, que no importa lo que hagamos, lo que evitemos, lo que rechacemos o lo que deseemos, porque al final sera siempre... lo que tenga que ser.