A base de golpes
he aprendido mucho más
de la vida que con una caricia. Ellos son reales,
van de frente,
y si tienen que
dejarte en la estacada,
lo hacen.
Sin miramientos.
Sin vuelta atrás.
Sin embargo, una simple caricia nunca sabes con qué
intención irá,
si se realizará de verdad...
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