Catalina Murillo, Costa Rica, 1970. Nace en un taxi. De los siete a los diecisiete estudia en el Liceo Franco Costarricense. A los ocho años tenía un periódico mural, El Espeluznante, en una pared de la casa. En la Universidad de Costa Rica estudia Comunicación, sin saber qué hacer con "ese gran talento tuyo", del cual no había constancia. Fue salvada por la Escuela Internacional de Cine, Cuba. Ahí estudió guion, y entendió que contar historias era algo a lo que una podía dedicarse. De regreso a Costa Rica, publica Largo domingo cubano, crónica. Con veintiocho años renace en Madrid, donde vivió un par de décadas, trabajando en teleseries y como profesora de guion y de escritura creativa en los Talleres Fuentetaja. De vuelta en Costa Rica, publica Tiembla, memoria, su libro más personal. Maybe Managua, novela que obtuvo el Premio Nacional de novela. Marzo todopoderoso y Eloísa vertical, novela de no ficción. Su mayor pasión son sus talleres, Cata Oral. Toda su vida ha vivido de la palabra, escrita y hablada.
«Lo que hace cien años era una mujerenamorada, hoy es una mujer medicada».Pido perdón por lo que a continuación voy a relatar, pregunto. Aunque, ¿a quién podría ya pedirle perdón? No tengo inclinación a hablar con gente muerta, me espanta la posibilidad de que me respondan. Me rindo....
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