Nací en Guatemala en 1978. Soy inspector de soldadura e ingeniero mecánico. Empecé a escribir a los 13 años porque buscaba contar cosas que me hubiera gustado leer. En el año 2000 fundamos un colectivo (Histéresis) con Renato Buezo y, en 2004, la editorial Adverbium para autopublicarnos. En un taller literario, donde no había logrado espacio para entrar, me colé y conocí a Rafael Menjívar Ochoa. Visité a Rafael un par de veces en El Salvador; allí, gracias a él, localicé mi voz. Soy un fanático de los relatos cortos: mis textos de cuatro páginas a veces quedan, luego de años de corrección, en dos líneas; una selección de los más consentidos está aquí, en «El dintel».
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