Gervasio Deferr, hijo de padres inmigrantes argentinos, nació en 1980, en Premià de Dalt. Desde pequeño cosechó varios éxitos en la gimnasia artística, pero su culminación llegó con el oro en salto en los Juegos Olímpicos del 2000, en Sídney. Siguió triunfando en otros campeonatos, destacándose como uno de los atletas más punteros del momento. Su caso por dopaje en 2002 le hizo perder la plata del Mundial de Debrecen, pero dos años después se redimió y logró el oro en salto en Atenas. Su última participación en los Juegos Olímpicos fue en Pekín 2008, donde se hizo con la medalla de plata en la disciplina de suelo. Con treinta años, se retiró del deporte de competición, pero no lo dejó por completo, ya que tras su retirada ha ejercido como entrenador de alto rendimiento y director de su propio gimnasio en el barrio de La Mina, cerca de Barcelona.
«La mayoría de la gente solo sabe de mí que gané dos oros y una plata olímpicas en gimnasia y que me quitaron una medalla mundial por un porro, pero muy pocos saben el precio que pagué por la gloria y todo lo que sufrí antes y después de mi retirada.Desconocen que para construir...
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