Giulio Mazarino, conocido como el cardenal Mazarino, nació en Pescina, Italia, en 1602 y murió en el castillo de Vincennes en 1661. Tras educarse en Roma, estudió en la Universidad de Alcalá de Henares. Sirvió varios años como diplomático a las órdenes del Papa hasta que, por presiones de los Habsburgo, que lo veían como una extensión del cardenal Richelieu -a quien sucedería-, se inclinó definitivamente del lado francés. En 1643, dos años después de recibir el capelo cardenalicio, fue nombrado ministro principal del Estado de Francia. Tras la muerte de Luis XIII, Mazarino gobierna bajo la regencia de Ana de Austria en nombre del joven rey Luis XIV. Se mantuvo en el cargo hasta la muerte. Mazarino continuó la política anti-Habsburgo de Richelieu y cimentó el expansionismo de Luis XIV. A sus éxitos militares y diplomáticos, entre los que se cuenta la firma del Tratado de Westfalia en 1648 que dio fin a la Guerra de los Treinta Años de una manera muy ventajosa para Francia, se contrapone la impopularidad de sus medidas fiscales y lo interesado de su política religiosa en Francia y la Santa Sede, que le acarrearon no pocos detractores. En 1659 promovió, también con réditos positivos, el Tratado de los Pirineos con España. A su muerte legó al estado todos sus bienes, que ascendían a unos 35 millones de libras y lo señalaban, probablemente, como el hombre más rico de la historia de Francia.
Un relato honesto y descarnado sobre cómo llegar al poder y mantenerlo.Prefacio de Umberto EcoTraducción de María Pons IrazazábalEl cardenal Giulio Mazarino presenta en su Breviario para políticos una particular concepción sociopolítica de la época que le tocó vivir y eligió protagonizar....
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