Cógeme de la mano, te dije;
tengo miedo.
Tú sabías que era fuerte.
Solo apretaste con fuerza con tus dedos suaves y te quedaste totalmente en silencio.
Yo solo cerré los ojos y cogí aire. Después de años sin pisar esa cara. ¡Joder! Tenía que hacerlo.
Era el momento de dar el paso,...
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