Horacio Rodolfo López Usera, que nació y vive en Montevideo, se llama Tato. Durante dos décadas se dedicó profesionalmente a su pasión: el básquet. Algunos de los momentos más importantes de su carrera fueron: Debutó con la selección mayor a los quince años, Goleador del Campeonato Mundial juvenil Brasil 79, Goleador Olímpico en Los Ángeles 84, Mejor jugador de los Sudamericanos de selecciones Medellín 85 y Valencia 91, Mejor jugador extranjero de la Liga Brasileña 88 y de la Liga Argentina 92, Goleador del Torneo Preolímpico Portland 92, Se retiró a los treinta y cinco años, promediando en su última temporada 31 puntos por partido. A partir de entonces, mochila al hombro, vagó por el mundo casi un lustro. Ocasionalmente, aún lo hace. Entre los años 2002 y 2005, luego de formarse como entrenador, desarrolló en la Federación Uruguaya de Básquetbol un programa de selecciones nacionales de formativas. En el 2007 la FIBA lo distinguió como Leyenda Latinoamericana del Básquetbol. También en 2007 la Cámara Uruguaya del Libro le otorgó el Premio Bartolomé Hidalgo Revelación. Publicó en Aguilar: La vereda del destino (2006) y El camino es la recompensa. Conversaciones con Oscar Washington Tabárez (2012). También son de su autoría Almas de vagar (su diario de viaje) y La fiesta inolvidable libro prologado por Oscar W. Tabárez.
Integridad, trabajo, resistencia a la frustración, visión estratégica, toma de decisiones, son los componentes fundamentales que cimientan su concepción del deporte y de la vida.El camino es la recompensa da cuenta de ello.Dos figuras del deporte se encuentran en este libro, el Maestro...
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