Militante y activista contra el régimen dictatorial rumano,
Iana Matei salió de su país en 1990 hacia Yugoslavia y de allí viajó a Australia, donde residió durante años como refugiada política. En Australia se licenció en psicología y desempeñó su profesión en centros infantiles. Fue a su vuelta a Rumania cuando descubrió las mafias de prostitución forzosa y desde entonces ha luchado contra esta moderna forma de esclavitud, desde la asociación que ella misma fundó y de la que es presidente: Reaching Out. Tiene 50 años y es madre de tres niños: un hijo biológico y dos niñas gemelas de 3 años adoptadas.
El infierno del tráfico sexual y las mafias de prostitución, una nueva forma de esclavitud.Los países de la Europa del Este son los principales proveedores de chicas de la Unión europea. Se calcula que unas 300.000 jóvenes trabajan como prostitutas. La mayoría han sido vendidas por...
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