Mucho antes de convertirse en un personaje de Las aventuras de Sherlock Holmes, a los doce años, Irene Adler era una chiquilla curiosa, inteligente y rebelde. Amante de la escritura, decidió contar, en una serie de libros, los increíbles misterios que resolvió junto con sus amigos Sherlock y Lupin.
Verano de 1870, Sherlock Holmes, Arsène Lupin e Irene Adler se conocen en Saint-Malo. Los tres deberían estar disfrutando de sus vacaciones, pero el destino les ha reservado algo distinto. En efecto, los chicos se ven envueltos en un torbellino criminal: roban un collar de diamantes...
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