<p><b>Iván Alexandrovich Goncharov</b> nació en 1812, hijo de un próspero comerciante de granos de Simbirsk, una pequeña ciudad del Volga, «un completo panorama –según el propio autor– de soñolencia e inactividad». Huérfano de padre a los siete años, y ocupada la madre por entero en el negocio familiar, ingresó en un internado donde estudiaban los hijos de la nobleza. Después lo enviaron a Moscú a la Escuela de Comercio y a la facultad de Filología. Con el tiempo se establecería en Petersburgo como funcionario del Ministerio de Hacienda, y allí empezaría a escribir. Publicó su primera novela, <em>Una historia corriente</em>, en 1844, y cinco años después un célebre episodio de la segunda, «El sueño de Oblómov», en la prestigiosa <em>Revista Contemporánea</em>. En 1852 acompañó a un vicealmirante en un viaje en fragata alrededor del mundo, que describiría en <em>Fragata Pallada</em> (1858). En 1859 publicaría por fin <em>Oblómov</em>, con la que adquirió fama e influencia en toda Rusia. Su última obra, <em>El precipicio</em>, aparecería en 1869. Goncharov empezó a manifestar los primeros síntomas de enfermedad mental ya en la época de la publicación de <em>Oblómov</em>, y pasaría los últimos años de su vida encerrado en su piso de Petersburgo. En 1860 acusó a Turguénev de robarle argumentos, y más tarde de capitanear una conspiración contra él. Esta idea le persiguió hasta su muerte, en 1891. No había vuelto a escribir ni una línea en veintidós años.</p>
«Estar tumbado no era para Oblómov una necesidad como lo es para el enfermo o para el que tiene sueño, ni una casualidad como para el que está cansado, ni siquiera un placer como para el perezoso; era un estado normal.» Sin moverse de su diván, enfundado en un raído batín asiático,...
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