Jaime García Terrés, fallecido hace diez años, fue un poeta parco para publicar (en un lapso de cuatro décadas sólo entregó a la imprenta cinco libros) pero no para escribir: la mayor parte de sus poemas fueron objeto de un largo proceso de redacción, como lo atestiguan los numerosos borradores y versiones que de ellos se conservan. Acaso no podría haberlos compuesto de otra manera, dado que se trata de una poesía construida con gran cuidado de la forma y sutiles materiales intelectuales.
La exploración y catalogación del archivo de Jaime García Terrés reveló la existencia de varias decenas de poemas inéditos, que se examinaron con cuidado para componer Carta viviente, testamento lírico de uno de los principales autores de la literatura mexicana contemporánea. El...
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