Joseángel Murcia Soy profesor de Matemáticas y he llegado hasta aquí no gracias a lo que aprendí en la facultad, sino a las preguntas que comencé a hacerme cuando fui padre. Imagina: una niña de poco más de dos años vuelve a casa de la escuela, contenta porque ha aprendido muchas cosas. Está emocionada porque es capaz de reconocer que un cuadrado y un triángulo son matemáticas, está dispuesta a jugar y a enseñar, no conoce los resultados de las pruebas PISA ni ha oído hablar del cambio de la ley educativa. Mientras tanto, su padre —profesor de Matemáticas en secundaria— brega por conseguir que las idetidades notables permanezcan en la cabeza de sus alumnos por lo menos hasta diez minutos después del examen.
«En este libro reflexiono sobre cómo nos enseñaron las matemáticas y por qué alguno casi llega a odiarlas, bueno, alguno sin el “casi”. Quiero proponerte que rompamos el círculo vicioso de las matemáticas como asignatura maldita. Pretendo mostrar también los entresijos de la aritmética...
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