Ellos están aquí, nunca se han ido, saben todo de ti: conocen tus debilidades, dónde trabajas y cómo piensas. Las retorcidas pero brillantes mentes del «equipo» no tienen límite, su falta de escrúpulos tampoco. No hay a dónde ir ni cómo escapar de la seducción que ejercerá su invento....
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