Karl Rosenkranz (Magdeburgo, 1805 - Königsberg, 1879) se tuvo a sí mismo por un buen alumno. Nunca pretendió alcanzar el rango de filósofo creativo, sino que incidió una y otra vez en su condición de epígono para desarrollar su pensamiento. Eso sí, se consideraba sucesor de reyes. Rosenkranz tenía a gala haber obtenido una cátedra en 1833 en la ciudad natal de Kant, Königsberg, e igualmente sentía un profundo orgullo por haber sido editor y biógrafo de Hegel. Georg Wilhelm Friedrich Hegels Leben (1844) fue la primera biografía del maestro, además de un trabajo encargado por la propia familia de éste (tanta era la confianza que les inspiraba Rosenkranz) y destinado a acompañar la primera edición de sus obras completas. Sin embargo el discípulo se mostró especialmente crítico con la estética del gran filósofo cuando rechazó la visión trifásica del arte: simbólica, clásica y romántica (Hegel, 1997: 584) y se propuso como alternativa la tríada etnicismo, teísmo, cristiandad (con sus tres características respectivas: belleza, sabiduría y libertad). Igualmente entendió que la estética hegeliana carece de una metafísica de lo bello. Esta metafísica que Rosenkranz pretende constituir contiene la triada bello-feo-cómico.
Estética, Teoría de las artes e Historia de las ideas
Se trata del primer ensayo de la historia destinado específicamente a la temática lo feo. La motivación del autor fue la persistente presencia de lo feo en su época, que él entendía como síndrome de esta. Un síndrome caracterizado por la inmoralidad creciente entre las personas,...
Más información