La emocionante conclusión
de la aclamada trilogía de "Los truhanes".
El Corrupio apoyó el puño sobre el reposabrazos del Trono Leal y bramó, dirigiéndose a los dormidos: "¡Yo... soy... el... marqués!". Tras escapar de las minas de sal, Ánade, Collejo, Sooli y Otte...
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