<p><b>Maksim Gorki</b>, cuyo verdadero nombre era Alekséi Maksímovich Péshkov, nació en 1868 en Nizhni Nóvgorod. Huérfano a corta edad, fue criado en casa de sus abuelos maternos, y a los doce años fue obligado a dejar la escuela para aprender un oficio. El chico fue, entre otras cosas, aprendiz de pintor de iconos y de zapatero, y trabajó como lavaplatos en un barco, donde un cocinero le enseñó a leer. A los veintiún años intentó suicidarse de un disparo en el pecho, del que sobrevivió pero que le causó trastornos crónicos de pulmón. Luego emprendió una vida errante, desempeñando toda clase de oficios, entre ellos el de reportero en algunos periódicos de provincias. En 1892 adoptó el seudónimo de Gorki, que en ruso significa «amargo»: pronto los medios literarios tuvieron noticia de «un vagabundo del Volga con un enorme talento» y el mismo Chéjov se convirtió en su mentor. Encarcelado con frecuencia por «asociación revolucionaria», hubo de exiliarse bajo el régimen zarista y también bajo el gobierno de Lenin, que había apoyado pese a ciertas reticencias iniciales. Vivió en Alemania e Italia y en 1932 volvió definitivamente a la URSS a petición personal de Stalin.</p> <p>La obra de Gorki es ingente y cubre desde la narrativa hasta el teatro y el ensayo: novelas como <em>La madre</em> (1907), obras como <em>Los bajos fondos</em> (1902) y libros de memorias como <em<Mi infancia</em> (1914), <em>En el mundo</em> (1916) y <em>Mis universidades</em> (1923). Murió en Moscú en 1936.</p>
«Esto es Gorki, admirado por Chéjov y Tolstói, lo cual no es ni deja de ser un argumento para poder pasar un buen rato leyéndolo. Argumentos más fiables son, para concluir, las impecables traducciones de Fernando Otero y José Ignacio López Fernández» Fernando Sánchez CalvoLa publicación...
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