En Miserere, Madrid es ciudad para el insomnio, la corrupción y la gloria, es lugar para arrastrar o purgar la culpa. Lo hace el juez Misericordia cuando, en una madrugada de Carnaval, ha de levantar el cuerpo de una fallecida; lo hace el delegado del Gobierno, Juan Albay de la Rocha,...
Más información