<p><b>Margaret Powell</b> nació en Hove, cerca de Brighton, en 1907. Su padre era pintor y su madre limpiaba casas. Dejó el colegio a los trece años, pese a haber obtenido una beca, para ponerse a trabajar. A los quince encontró un puesto de pinche de cocina en una casa y, poco a poco, fue ascendiendo hasta llegar a cocinera en Londres.<br/> Toda la vida quiso ser maestra y dejar de servir, cosa que consiguió temporalmente al casarse; pero con la Segunda Guerra Mundial los apuros económicos la obligaron a contratarse por horas. Ya mayor, aprobó los exámenes de secundaria y de acceso a la universidad.<br/> El primer volumen de sus memorias, <i>En el piso de abajo</i>, se publicó en 1968. El éxito fue inmediato, y su fama se consolidó con la publicación de otros libros: <i>Climbing the Stairs</i> (1969), <i>The Treasure Upstairs</i> (1970) y <i>The Margaret Powell Cookery Book</i> (1970). También fue la coautora de tres novelas, todas ellas vinculadas con la serie televisiva <i>Beryl's Lot</i> (1973-1977), que se basaba en su propia vida. Murió en 1984.</p> <p>«Margaret Powell se dedica con toda la fuerza de su rabiosa inteligencia a desmontar un sistema que decretaba que dos grupos de seres humanos debían vivir vidas radicalmente distintas bajo un mismo techo» (Elizabeth Lowry, <i>The Wall Street Journal</i>); «Describe con simple y a veces angustioso detalle la división entre “nosotros” y “ellos”» (Judith Newman, <i>The New York Times</i>); «Para hacerse una idea de qué vida llevaban realmente los sirvientes que hacían posible la lujosa vida de sus señores, es difícil superar las memorias que, sin contemplaciones ni sentimentalismos, escribió Margaret Powell» (Martin Rubin, <i>The Washington Times</i>); «Un relato irresistible y desde dentro sobre la vida en el servicio doméstico y un documento fascinante de unos tiempos y unos lugares desaparecidos, hoy fetichísticamente añorados» (<i>Kirkus Reviews</i>).
«Estas memorias, divertidas y conmovedoras, airadas y llenas de encanto, me obsesionaron hasta que, muchos años después de leerlas, intenté captar a la gente que describe delante de una cámara. Lo cierto es que le debo mucho a Margaret Powell.»Julian Fellowes, creador de Downton...
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