Mi cuerpo dolía por verla a ella. Si mis piernas hubieran tenido la fuerza, habría corrido, pero mi ritmo era apenas una caminata rápida. Subí por la calle hasta el umbral coronado por la estrella (…) Abrí la cortina. Allí estaba. Cada fibra de mi piel volvió a su lugar. Se volteó....
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