Michael Gates Gill trabajó como director creativo en la agencia de publicidad J. Walter Thompson durante veinticinco años. Hijo del conocido periodista Brendan Gill, que fuera una de las grandes figuras de la revista New Yorker, estudió en la Universidad de Yale y creció en un entorno privilegiado, en el que conoció y se relacionó con personajes tan renombrados como Ernest Hemingway o Jacqueline Onassis. Dotado de sorprendente lucidez y sentido del humor, este hombre humilde y singular vive actualmente en Nueva York y sigue empleado en el local de Starbucks que cita en su obra; el mejor trabajo, según sus propias palabras, que ha tenido jamás.
Pantalla :
