Abrí los ojos, el reloj marcaba las 3:00 a. m. Se cumplían dos semanas de despertar puntualmente a la misma hora después de alarmantes pesadillas, de levantarme en las mañanas con un ardor intenso en la espalda como si me hubieran apaleado. Supe que tendría que descifrar este acertijo:...
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