Entró sin decir palabra alguna y dejó la comida en el suelo. Se quedó mirándome sin decir nada. Yo no pude contenerme más y le empecé a abordar con toda clase de preguntas:
«¿Dónde estoy?, ¿por qué no me sueltan? No he hecho nada malo». Pero él simplemente seguía observándome sin...
Más información