Nora Eckert llegó a Berlín en la Navidad de 1973. La ciudad, todavía con las cicatrices de la guerra, se había convertido en símbolo de libertad. Poco después comenzó a trabajar como guardarropa en el Chez Romy Haag, un faro de diversión y lentejuelas donde por las noches se daban...
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