Ogai Mori, seudónimo de Rintaro Mori, nació en la ciudad japonesa de Tsuwano, en la antigua prefectura de Iwami, en 1862.Su padre ostentaba el cargo hereditario de médico del señor feudal de su pueblo, y, al ser Ogai el primogénito, se dio por hecho que seguiría la tradición familiar. En 1872, con la llegada de la Restauración Meiji, los Mori se mudaron a Tokio. Tras licenciarse en Medicina con diecinueve años, convirtiéndose así en la persona más joven en graduarse en esta especialidad en Japón, eligió la carrera de oficial médico del ejército. Pronto fue enviado a Europa, y residió en Alemania desde 1884 a 1888, experiencia que le inspiraría uno de sus relatos más conocidos, La bailarina (1890). Fue allí también donde se familiarizó con la literatura occidental. De hecho, Ogai Mori fue el primer japonés en viajar en el Orient Express. A su regreso a Japón se entregó a una intensa actividad como traductor de obras literarias occidentales, con tan buen oficio que algunas de sus traducciones (como las de Goethe, Schiller, Ibsen, Andersen o Hauptmann) están consideradas auténticos clásicos de la literatura japonesa. En 1899, Mori se casó con Toshiko Akamatsu, hija del almirante Noriyoshi Akamatsu, aunque se divorció al año siguiente. Se da la casualidad de que su casa, situada en el distrito tokiota de Hongo, donde escribió gran parte de sus obras tempranas, se la alquilaría más tarde al también escritor Natsume Soseki, que compuso en ella sus primeras novelas, como Soy un gato o Botchan. De hecho, el inmueble, aún hoy en pie, se conoce como «la casa del gato». En 1907 se le reconocieron de manera oficial sus méritos médicos y militares, y Ogai Mori fue ascendido al cargo de General Médico, el puesto más alto de su rango. Además de La bailarina, Mori escribió algunos de los cuentos más brillantes de la moderna literatura nipona, como El ganso silvestre (1913), Sansho el camarero (1915) y La barca en el Takase (1916). Asimismo, escribió apreciables novelas, como Vita Sexualis (1909). Murió en Tokio en 1922.