Pablo
Jelovina nació en el barrio de Flores, Buenos Aires, en 1979. Es escritor, pero
a la hora de hablar de sí mismo finge convulsiones o llamados recibidos en un
silencioso teléfono. No obstante, hemos logrado, mediante ingeniosos artilugios,
que se calme y reconozca su adicción sanlorencista.
De
acuerdo con su historia clínica azulgrana, el primer síntoma agudo lo manifestó
en el año 2008 cuando ganó el concurso literario “Miguel Ángel Caiafa” con el
cuento “Locuras de una vida y un potrero”, dedicado a Jacobo Urso. A partir de
ese momento, llevó una vida marcada por los signos propios de esta afección: irracionalidad
extrema, dependencia absoluta, incondicionalidad absurda, síndrome de “todolorelacionoconelciclón”
y negación de cosas simples, como que existen más colores que el azul y el
rojo.
Hace
un tiempo aceptó finalmente su condición y decidió, tal vez a modo de terapia, escribir
este libro. Hoy, ya entregado a su destino, con gran entusiasmo y orgullo, se
quita un sombrero estilo Napoleón y se calza, como si fuera un guante, la media
derecha con la que dice que Sanfilippo metió un gol de taco, para jurar ante
todo el pueblo sanlorencista que nunca jamás caerá en la locura de buscar el remedio
para su enfermedad.