Francisco Ignacio Taibo Lavilla nació en Gijón, el 19 de junio de
1924, y murió en la Ciudad de México, el 13 de noviembre de
2008. Con apenas diez años vivió su primer exilio en Bélgica,
cuando su padre, dirigente de la UGT, huyó tras el fracaso de la
Revolución de Asturias. Con el triunfo electoral del Frente Popular,
en febrero de 1936, regresó a España, lo que propició que
viviese la Guerra Civil y la represión posterior, que relata en Para
parar las aguas del olvido. Por la influencia de su tío materno,
Ignacio Lavilla, se convirtió en periodista. En España lo ejerció
en El Comercio de Gijón y en El Correo Españolde Bilbao, donde
encaró desde el reportaje social hasta el periodismo deportivo,
pero en 1959 se exilió a México. Allí, y también desde el periodismo,
se convirtió en una figura en el ámbito cultural, frecuentando,
entre otros, a Luis Buñuel y a Luis Alcoriza. Al punto que
en 1965 fue nombrado director del Instituto Cultural Hispano
de México, y desde 1980 se responsabilizó de la programación
matutina del Canal 18. También, en 1981, fundó y dirigió la sección
cultural de El Universal. Por todas estas tareas y algunas
otras en el ámbito de la información, en 2008, recibió el Premio
Nacional de Periodismo de México.
Su obra literaria superó el periodismo con novelas como Juan
N.M. (1956), Fuga, hierro y fuego (1979) o Pálidas banderas
(1989), o con ensayos sobre el cine como María Félix, La Doña
(1985), El Indio Fernández (1986) o Historia popular del cine
(1996), e incluso con piezas teatrales como El juglar y la cama
(1966) o Los cazadores (1967), y hasta con unas sui generis
memorias, Para parar las aguas del olvido (1982).