En un divorcio, todos sufren.
Es un proceso difícil, a veces
extenuante.
El corazón llora.
Destruir un hogar no es cosa de juego.
No siempre la responsabilidad recae en
ambos. A veces uno solo de los cónyuges lo decide, por más que el otro intente
evitarlo.
Es un trance duro y doloroso....
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