Estrenada mi jubilación en la Universidad, decidí escribir una novela mordaz y cruel intentando describir con la mayor precisión una realidad social, desde mi punto de vista. Tal vez delicada si la sociedad no es capaz de quitarse la venda de los ojos, ver los peligros que le acechan y procura evitar un final desolador.
Ansia de poder, desinformación, mentira, odio y rencor son caldo de cultivo perfecto, capaz de destruir una democracia convirtiéndola en dictadura con sus nefastas consecuencias para el pueblo que ha de sufrir sus maldades,engañada con cantos de sirena, trasnochadas ideas y una falsa igualdad en la que ni ellos creen.
Tales circunstancias pudieran justificar conductas no siempre acordes a principios naturales, plasmadas en la presente novela.
Shakespeare diría que “con el cebo de una mentira se pesca una carpa de verdad”; no obstante según nuestro refranero, “se atrapa antes a un mentiroso que a un cojo”. Es cierto aunque, muchos son quienes mienten sin pudor, olvidando que “con la mentira suele irse lejos, pero sin esperanzas...
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