Santiago Sánchez Cogedor se convirtió en un símbolo de resiliencia y solidaridad tras ser injustamente encarcelado en Irán durante 15 meses. Nacido en Madrid en 1981, se define como «aventurero, deportista y soñador».
Dentro de la cárcel organizó torneos de fútbol, voleibol y ajedrez, dio clases de español a los reclusos y aprendió a hablar persa, el idioma local. Asimismo, estableció una conexión significativa con otros prisioneros, que le agradecieron su espíritu positivo y su carácter alegre, a pesar de las circunstancias.
Ahora libre, Santiago se dedica a compartir su experiencia, abogando por los derechos humanos y demostrando su inquebrantable espíritu de ayuda y esperanza.
EL BRUTAL TESTIMONIO DE UN HOMBRE INOCENTE Este libro se lee como una novela de acción, pero no hay ni un sólo párrafo de ficción en él. Lo que hay es una historia impactante, con giros sorprendentes, aventuras y desventuras: la historia de un hombre que vivió un infierno y logró...
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