¿Son compatibles la promiscuidad y el romanticismo? ¿Por qué "ya nos veremos" o "ya te llamaré" han pasado a significar "nunca volveremos a vernos"? ¿Cuántos desengaños amorosos hacen falta para no tropezar de nuevo con la misma piedra?La calma luchada reúne 69 relatos que reflejan...
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