Nací en Barcelona el 6 de enero de 1956. Soy una de las primeras transexuales de la dictadura. En aquella época, sentirse chica en un cuerpo de chico equivalía a ser hija del diablo o algo peor. Yo no sabía por qué me odiaban tanto si yo no hacía nada malo. Solo me gustaba estar con las chicas y jugar a lo mismo que ellas. Lo que más me gustaba era saltar a la comba o la charranca. Los vecinos de mi calle me decían que yo no era una chica y que Dios me iba a castigar. Pero yo no podía evitarlo. Me hacía feliz y me daba igual lo que me dijeran. Porque yo era feliz tal y como me sentía. Y sabía que, me hicieran lo que me hicieran, nunca iba a cambiar
-Soy una madre que no sabía cómo tenía que enfrentarme a la justicia por tener un hijo que solo quería ser una chica y que, por sentirse diferente, su vida fue un infierno. Yo solo quería que fuera feliz y lucharé contra todo el que se meta con mi niña. Estoy segura de que mi mayor...
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