Verónica Porteros de Luz es una empresaria española de 41 años de edad que lleva viviendo los últimos diez años en Calgary, Canadá. Casada hace más de 17 años con un canadiense, nos muestra en esta autobiografía una historia real sobre la burocracia que le ha impedido durante 31 días regresar a su casa por las trabas de un sistema caduco y mal organizado y también por la ineptitud y poca profesionalidad de una compañía aérea.  En esta historia denuncia la situación surrealista a la que puede llevarnos la burocracia y las malas respuestas que cualquier persona que está detrás de un mostrador o viste un uniforme pueden hacernos tomar por no darnos las pautas correctas. Decisiones que pueden truncar la vida de cualquier persona. Con un lenguaje directo, y llamando a cada cosa por su nombre, nos mete de lleno en una historia tan increíble como apasionante. Una historia que no deja indiferente y que levantará muchas ampollas.