Autrice dramatique, metteur en scène et romancière internationalement reconnue, Vanessa Montfort est née à Barcelone en 1975 de mère espagnole et de père américain. Elle partage aujourd’hui sa vie entre Madrid et New York. Titulaire d’une licence en journalisme et d’un master en communication et art, Vanessa Montfort commence très tôt à écrire et à monter pièces de théâtre et textes brefs. En 2007 et 2008, elle est invitée par The Royal Court Theatre de Londres (dans le cadre des programmes International Residency for Emerging Playwrights et Spanish Voices), où elle participe à des ateliers avec de grands noms comme Harold Pinter, Fiona Laird ou Tom Stoppard, et met en scène deux de ses pièces, Flashback et La mejor posibilidad de ser Alex Quantz. Depuis, elle ne cesse d’écrire et de diriger ses propres œuvres (Sirena negra, monologue musical, 2013, ou Angelus Novus, opéra, 2015) ou des pièces de commande (Balboa pour le Panama, à l’occasion du Ve centenaire de la Découverte du Pacifique ; Chalk Land pour l’Angleterre, en 2014 ; et Delirium Literae pour la France, publiée aux éditions Les Cahiers de l’Égaré, en 2015). Le Lévrier, (2013) a été écrit dans le cadre du Ier Laboratorio de Escritura Teatral de la Fundación Autor, avec une mise en espace à la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos en 2015. L’ensemble de son théâtre est connu dans le monde entier. Si Vanessa Montfort est devenue en quelques années une grande figure de la scène théâtrale, elle n’en demeure pas moins une grande romancière : elle a déjà publié quatre romans, tous salués par la critique, en particulier La leyenda de la isla sin voz (publié aux éditions Plaza y Janés, Random House, 2014), qui s’est vu décerné le Prix international du roman historique de la ville de Saragosse. Son dernier roman, Mujeres que compran flores, est un véritable succès planétaire. Il y est question surtout de liberté, celle des femmes, et de notre relation avec la destinée. Espagnol et baroque donc, et dans une langue claire et limpide.
Adictiva, divertida, romántica, honesta, Mujeres que compran flores es una emocionante novela sobre la amistad, una aventura cotidiana en busca de la independencia femenina, un épico viaje al centro de los sueños de la mujer contemporánea.
En un pequeño y céntrico barrio de la ciudad hay cinco mujeres que compran flores. Al principio ninguna lo hace para sí misma: una las compra para su amor secreto, otra para su despacho, la tercera para pintarlas, otra para sus clientas, la última... para un muerto. La última soy yo y ésta es mi historia.
Después de la pérdida de su pareja, Marina se da cuenta de que está totalmente perdida: había ocupado el asiento del copiloto durante demasiado tiempo. Buscando empezar de cero acepta un trabajo provisional en una curiosa floristería llamada El Jardín del Ángel. Allí conocerá a otras mujeres muy diferentes entre sí, pero que, como ella, se encuentran en una encrucijada vital con respecto a su trabajo, sus amantes, sus deseos o su familia. De la relación entre ellas y Olivia, la excéntrica y sabia dueña del local, surgirá una estrecha amistad de la que dependerá el nuevo rumbo que tomarán sus vidas.
Las mujeres que compran flores son:
Marina
Sufre el síndrome del copiloto: siempre ha dependido de que su pareja le marque el rumbo de su vida. Su flor es la violeta , que simboliza la humildad y la timidez, pero también la confianza en sí misma que debe ganarse.
Casandra
Padece el síndrome de lasuperwoman: antes que depender de nadie se aplicaría la eutanasia activa. Prioriza su éxito profesional sobre su vida personal, en el caso de tenerla. Su flor es la orquídea azul, símbolo del relax que le falta.
Gala
Representa el síndrome de Galatea: cree firmemente que la mujer tiene hoy todos los derechos. Todos salvo el de envejecer. Su flor es el lirio blanco, símbolo de una coquetería que no se marchita hasta morir.
Aurora
Encarna el síndrome de la bella sufriente: confunde el amor con la obsesión. Es decir, cuanto más dolor más enamorada se siente. Su flor es la caléndula, la flor de la pena. Pero también es símbolo de la crueldad que no se atreve a devolver, ni siquiera en pequeñas dosis, para defenderse.
Victoria
Una de esas mujeres que han decidido poder con todo -la mejor madre, la mejor trabajadora, la mejor hija-, o dicho de otro modo, las que tienen el síndrome de la omnipotente. Su flor es la del membrillo, la flor de la tentación. La tentación de romper con todo y liberarse.
Reseña:
«[...]Una historia que te atrapará, te inspirará y te emocionará.»
Cuatro
En los blogs...
«Un grupo de mujeres que me encantaría tener como amigas en la vida real. La prosa es encantadora y se lee en un suspiro.»
Blog Anika entre Libros
«Una historia que llega. Todo es tan cercano, tan auténtico que duele. Un recordatorio de lo mucho que podemos conseguir si nos arriesgamos. Una lectura para recordar.»
Blog Papel enblanco
«Una de esas lecturas que sientan bien al cuerpo y que proporcionan bienestar a la mente. Una historia de amistad pero también de esperanza y de nuevos sueños que cumplir. Una lectura mágica y muy especial.»
Blog Adivina quién lee
Título : Mujeres que compran flores
EAN : 9788401018114
Editorial : PLAZA & JANES
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