Marta Sanz es doctora en Filología. En Anagrama ha publicado las novelas Black, black, black: «Admirable. Tiene la crueldad y la lucidez desoladora de una de las mejores novelas de Patricia Highsmith, El diario de Edith» (Rafael Reig, ABC); Un buen detective no se casa jamás: «Vuelve a mostrar su dominio del lenguaje (y de sus juegos) y del registro satírico (de la novela de detectives, de la novela romántica), con una estupenda narración» (Manuel Rodríguez Rivero, El País); Daniela Astor y la caja negra (Premio Tigre Juan, Premio Cálamo y Premio Estado Crítico): «Hipnótico, fascinante y sobrecogedor» (Jesús Ferrer, La Razón); una versión revisada y ampliada de La lección de anatomía: «Ha conseguido situarse en una posición de referencia de la literatura española, o, en palabras de Rafael Chirbes, “en el escalón superior”» (Sònia Hernández, La Vanguardia); Farándula (Premio Herralde de Novela): «Muy buena. Estilazo. Talento, brillo, viveza, nervio, inventiva verbal, verdad» (Marcos Ordóñez, El País); Clavícula: «Uno de los libros más crudos, brutales e impíos que haya leído en mucho rato» (Leila Guerriero); una nueva edición de Amor fou: «Una de las novelas más dolorosas de Marta Sanz... Las heridas que deja son una forma de lucidez» (Isaac Rosa), pequeñas mujeres rojas: «Una brutalidad literaria, un despliegue verbal que asombra» (Luisgé Martín), así como el ensayo Monstruas y centauras: «Extraordinario» (María Jesús Espinosa de los Monteros, Mercurio) y Persiana metálicas bajan de golpe: «Una propuesta literaria tan singular, tan diferente a lo que se factura hoy día en España…No, no exagero. Sanz es de las grandes» (Sara Mesa) y el diario íntimo Parte de mí: «Un maravilloso diario de pandemia en el que su origen no empaña la exigencia estilística… Quizá el libro más íntimo de su autora (Carmen R. Santos, El Imparcial).
No nos engañemos. Este libro responde a las exigencias del discurso hegemónico: parte de la base de que es necesario formular preguntas, pero se siente incapaz de responder a todas. Es un texto integrado en la masa de textos y, a la vez, una trompeta del Apocalipsis. Un ensayo esquizoide que pretende ser cualquier cosa, menos académico. Aquí no hay vocación de transparencia. Ni de limpieza. Ni de claridad. El exceso de higiene debilita la salud. Este texto aspira a manchar de tinta las manos que lo agarren. Como el papel de periódico.
Estos pensamientos –soflamas al margen de cualquier cautela– responden a la incertidumbre y a cierta sensación de malestar: a la imposibilidad de estar conforme. Son un oxímoron: textos que parten de la radical convicción de que la literatura ya no le importa a casi nadie y que a la vez pretenden hablar de la literatura desde un lugar que no sea su templo, su jardín vallado, su paraíso perdido.
¿Se puede (o se debe) hacer política con la literatura en tiempos en los que se empeñan en hacer literatura de la política?
"No es un ensayo en absoluto académico, pero pocos he leído en español que lo igualen en matices, en agudeza reflexiva o en haber sabido captar las trampas de la ideología, sea ésta la neoliberal, que es la diana más sostenida, o la supuestamente revolucionaria, que también resulta desmontada alguna vez."
José María Pozuelo Yvancos, ABC
"Este libro es una confidencia articulada y un alegato vibrante. Es también un ensayo culto de una persona culta que decide perder las buenas formas y poner contra las cuerdas a sus propios colegas de afición y, en alguna medida, de oficio: la sociedad literaria. Expresa una carencia literaria en forma de amputación civil: ¿adónde ha ido a abrevarse la literatura para que tantos lectores sientan que ya no atañe a ciudadanos cargados de impaciencias sociales, políticas o ideológicas? ¿Por qué la narrativa no satisface la exigencia de una mirada analítica que descubra y deplore el comportamiento del poder o los desmanes de la economía?"
Jordi Gracia, El País
"¿Qué ha pasado con la cultura? ¿Quién ha barrido su capacidad convulsiva? ¿Por qué el ocio como único dios verdadero? ¿Quién desinstaló del pensamiento la hormona crítica? ¿Quién redujo el concepto de ciudadanía al de público? ¿Por qué hoy es el miedo nuestro único barómetro? Sanz responde con la valentía de quien no cree en la casualidad. Es una forense ante el cuerpo inmediato de nuestro tiempo inmediato. Hay libros inesperados que se van levantando a cada página como un vuelo extraordinario. Éste es uno de ellos. Porque nos hace visibles en lo invisible. Porque son contrapeso y resistencia."
Antonio Lucas, El Mundo
Título : No tan incendiario
EAN : 9788418264481
Editorial : Editorial Periférica
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