Hans Magnus Enzensberger (Baviera, 1929 -Múnich, 2022) fue uno de los creadores más agudos y significativos de nuestro tiempo. Fundó y dirigió revistas culturales (Kursbuch y The Transatlantic), fue un poeta extraordinario, ensayista personalísimo y polémico, autor teatral, realizador de documentales cinematográficos, etc. También fue fundador y miembro durante muchos años del jurado del Premio Anagrama de Ensayo. Entre sus numerosos galardones figuran el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, otorgados en 2002; en Francia, en 2009, recibió la Orden de las Artes y las Letras.
En Anagrama se ha publicado gran parte de su polifacética obra: los ensayos recogidos en Detalles, Política y delito, El interrogatorio de La Habana y otros ensayos, Para una crítica de la ecología política, Elementos para una teoría de los medios de comunicación, Conversaciones con Marx y Engels, Migajas políticas, ¡Europa, Europa!, Mediocridad y delirio, La gran migración, Perspectivas de guerra civil, Zigzag, El perdedor radical. Ensayo sobre los hombres del terror, En el laberinto de la inteligencia. Guía para idiotas y El gentil monstruo de Bruselas o Europa bajo tutela, las novelas El corto verano de la anarquía. Vida y muerte de Durruti, Josefine y yo y Hammerstein o el tesón (declarado el mejor libro de 2010 por la revista francesa Lire), los libros de poemas Mausoleo y El hundimiento del Titanic, la obra teatral El filántropo y la antología de textos Los elixires de la ciencia. Miradas de soslayo en poesía y prosa.
Fotografía © Basso Cannarsa / Opale
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Colección
Panorama de narrativas
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¿Quién es ese tipo con bombín y nombre enigmático que, a lo largo de casi un año entero, se presenta todas las tardes en el mismo rincón del parque para enzarzar a los transeúntes en animadas discusiones? ¿Un sabio? ¿Un charlatán? ¿Un filósofo a la antigua usanza? ¿Un cascarrabias y polemista impenitente? ¿Un predicador? ¿O simplemente, como afirma uno de sus oyentes, un jubilado que se aburre? Todo eso es el señor Zeta, un Sócrates moderno o un trasunto de aquel señor Keuner de Brecht, con quien comparte estoicismo y excentricidad a partes iguales. Muchos paseantes se detienen un instante, menean la cabeza y pasan de largo. Otros le escuchan, le replican y vuelven día tras día al punto de encuentro. El señor Z. no escribe, pero algunos de sus oyentes toman notas de lo que dice y, gracias a ellos, nos llega esta especie de diario que recoge sus ideas y provocaciones. Nada escapa al espíritu crítico y subversivo del señor Z., evidente álter ego del propio Enzensberger: la arrogancia, las instituciones, la religión –pero también el ateísmo–, los totalitarismos –pero también la democracia–, el arte, la poesía, la economía neoliberal, la educación, internet y un largo etcétera. Sus dardos son implacables, pero también caprichosos y contradictorios como la vida misma. Como siempre en Enzensberger, toda afirmación está imbuida de socarronería y del más puro escepticismo, entendido en el mejor sentido. Dicho en palabras de Z.: «Uno sólo debe mantenerse fiel a aquello que no dice.»
Título : Reflexiones del señor Z.
EAN : 9788433935502
Editorial : Editorial Anagrama
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