La mayoría de los cuentos son vivencias, anécdotas, cosas que ocurren y salen de lo cotidiano por lo que reúnen todos los condimentos para contarlos. Ellos tienen esa aleación de picardía, ese humor criollo argentino.
Cómo homenajear a un intendente, y darle una distinción de un premio inmerecido, una plaqueta de campeón de tiro, aunque aquél cierre sus ojos al tirar, y los proyectiles de su arma coman tierra. Un suboficial apodado el comisario, corre en un caballo de polo, en una carrera de campo, a espaldas de su dueño, un alto oficial del ejército. El soldado que se lo manda a buscar piñones, y vuelve al mes justito, siempre vigilante del cuaderno de guardia; él se crio con los gendarme prácticamente y sabe todas las picardías que son vicios de los cuarteles. La novia que revoluciona toda una familia con su casamiento, y todos terminan a la escucha del pitazo del tren, donde el novio no llega, ni siquiera hay una foto de él, y nadie conoce su existencia, salvo la novia. El hombre que caminó a su casa y se equivoca entra en una vivienda ajena, y pide sopa golpeando la mesa con todo la fuerza de su puño, haciendo saltar todo lo que en ella hay. Una vaca que un hombre le compra a un vecino para lechera, y aquella le rompe todas las cosas de la cocina buscando el jabón Manuelita. El camión del matadero que busca caballo para mortadela, y le echa el ojo a nuestro querido pampero. El fraternal que deja asentado lo que es la palabra amistad aunque sufra el resto de su vida. Una inspección de arsenales, el principal suboficial a revisar se duerme justo ese día de los nervios, de cansancio y otras cosas, el mundo para él se termina, es el final. Su trabajo está a cincuenta kilómetros, el único colectivo ya pasó y los autos por la nieve casi no suben a la montaña. Solo le queda esperar un milagro. Un soldado que de la bronca, o no sé qué cosa, roba un arma de guerra y la entierra en el cerro Michacheo, pasan los años, y arrepentido vuelve por ella para devolverla. Un disparo inesperado, el destino, suerte de algunos pocos que atraviesa el callejón del milagro, salva su vida al agacharse a levantar un palito para alimentar el fogón de los soldados. Un partido de fútbol en el cuartel se disputa entre dos compañías, una de ellas usa su influencia para sacar al mejor jugador de la otra, y lo mandan a llevar un preso a Bs. As. Un aspirante a la carrera militar sueña con darle un regalo a su padre, y cuando lo logra le pasan cosas inesperadas, de no creer. Las poesías es un combo de sentimientos encontrados, el pasado que retorna en cada palabra.
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Título : Una vaca en la cocina
EAN : 9789878743554
Editorial : Editorial Autores de Argentina
Fecha de publicación
: 20/9/23
Formato : ePub
Tamaño del archivo : 1.02 mb
Protección : Filigrane numérique
El libro electrónico Una vaca en la cocina está en formato ePub
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